Después
de 16 años de carrera profesional (15 en realidad porque hace casi un año que
soy buscadora de empleo), puedo presumir de tener una gran red de contactos
profesionales, también llamada networking.
Pues
bien, ¿cuántos de esos contactos me han echado una mano? Lo puedo decir más
alto pero no más claro: NINGUNO. Bueno, en realidad uno, pero fue para decirme
que no podía hacer nada, que no había presupuesto, que estaba todo parado.
He
descubierto que hay dos clases de contactos que conforman el networking (por lo menos en mi caso):
- Profesionales: ex clientes, antiguos proveedores y colegas de la profesión. Se reconocen enseguida porque esconden la cabeza y si te he visto no me acuerdo.
- Personales: los amigos. Estos se
mojan, pero como es lógico hay que facilitarles la tarea, recordarles que buscas
trabajo e investigar qué pueden hacer ellos por ti.
Se
supone que los headhunters, ETTs y demás existen para facilitar el contacto
entre las empresas y los buscadores de empleo. Pues no. Tienes que tener un
contacto de primer o segundo grado dentro porque si no tu CV no lo ve nadie.
Funciona
así: si encuentras una oferta que te interesa y para la que crees que tu
candidatura es válida empieza a indagar. Esta tarea no es fácil, aunque algunas
redes sociales ayudan. Es fundamental que algún conocido te pueda proporcionar
un contacto en la empresa final o en el intermediario. Si no no conseguirás
nada.
Después
de tantos meses de búsqueda de empleo estoy ampliando considerablemente mi networking y descubriendo cosas
verdaderamente interesantes.
Pero
para leer sobre eso habrá que esperar porque tengo muchos capítulos en cola.
Ay hija, me estoy sintiendo muy identificada contigo. Solo lo sabes cuando lo has pasado. De verdad, ánimo, y sobre todo, ni caso a una tal Tamara 3.0 que dice muchas cosas de networking y sandeces similares y no tiene ni idea.
ResponderEliminar