jueves, 26 de julio de 2012

Los 40


Ahora sí que ha llegado la crisis. Lo de la prima de riesgo y el Ibex 35 es pecata minuta comparado con mi drama personal.

He cumplido 40.

Muchos pensarán ¿y qué importa? No es para tanto. Por ejemplo, mi marido, que dice que los 40 de ahora son como los 30 de antes. Claro, como aún le faltan un par de años para llegar… Es que a mí me gustan jovencitos.

Recuerdo cuando empecé a trabajar. (Trabajar es una cosa que haces de lunes a viernes y por la que a final de mes te pagan). Tenía 24 años. Cobraba 60.000 de las futuras pesetas al mes. Era la reina del mambo. 

Progresivamente fui cumpliendo años y ascendiendo a nivel profesional y salarial. Era la reina del mambo.

Con veintitantos y treintaypocos años con mi gran amiga TAM, entre cubata y cubata, nos imaginábamos como sería la vida a los 40: “¿te imaginas? Al paso que vamos seremos dos viejas solteronas que viven rodeadas de gatos. Un Ballantines con Coca Cola, por favor”. Y nos moríamos de risa.

Pensábamos que los 40 no llegarían nunca y que si llegaban, nuestra mayor preocupación sería no haber encontrado marido y estar todo el día limpiando pelos de gato del sofá. Lo que jamás pensamos es que podría faltarnos el trabajo.

Y heme aquí con 40 recién cumplidos preocupada por ser demasiado vieja para encontrar empleo. Tendré que comprarme un gato.

2 comentarios:

  1. Yo te paso un perro. Pasa de gatos

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  2. Mucho ánimo, yo en septiembre hago 37 y tengo trabajo pero no sé por cuanto tiempo. De momento en septiembre me pongo a tope con el inglés, para que los 40 me pillen bilingüe.
    La otra opción es no cumplirlos, así que a disfrutar!!!

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