Ahora
sí que ha llegado la crisis. Lo de la prima de riesgo y el Ibex 35 es pecata minuta comparado con mi drama
personal.
He
cumplido 40.
Muchos
pensarán ¿y qué importa? No es para tanto. Por ejemplo, mi marido, que dice que
los 40 de ahora son como los 30 de antes. Claro, como aún le faltan un par de
años para llegar… Es que a mí me gustan jovencitos.
Recuerdo
cuando empecé a trabajar. (Trabajar es una cosa que haces de lunes a viernes y
por la que a final de mes te pagan). Tenía 24 años. Cobraba 60.000 de las
futuras pesetas al mes. Era la reina del mambo.
Progresivamente fui cumpliendo
años y ascendiendo a nivel profesional y salarial. Era la reina del mambo.
Con
veintitantos y treintaypocos años con mi gran amiga TAM, entre cubata y cubata,
nos imaginábamos como sería la vida a los 40: “¿te imaginas? Al paso que vamos
seremos dos viejas solteronas que viven rodeadas de gatos. Un Ballantines con
Coca Cola, por favor”. Y nos moríamos de risa.
Pensábamos
que los 40 no llegarían nunca y que si llegaban, nuestra mayor preocupación sería
no haber encontrado marido y estar todo el día limpiando pelos de gato del sofá.
Lo que jamás pensamos es que podría faltarnos el trabajo.
Y heme
aquí con 40 recién cumplidos preocupada por ser demasiado vieja para encontrar
empleo. Tendré que comprarme un gato.
Yo te paso un perro. Pasa de gatos
ResponderEliminarMucho ánimo, yo en septiembre hago 37 y tengo trabajo pero no sé por cuanto tiempo. De momento en septiembre me pongo a tope con el inglés, para que los 40 me pillen bilingüe.
ResponderEliminarLa otra opción es no cumplirlos, así que a disfrutar!!!