martes, 20 de noviembre de 2012

Apateando la ciudad

Estar todo el día sentada en una oficina tiene sus desventajas. Y todas se terminan notando en los mismos sitios: el culo y las lorzas. Parezco un shar pei cuando me siento.

Esta semana empecé mi plan de patear por la ciudad. Se trata de bajarme del metro 5 paradas antes, calzarme las zapas y pasito a pasito... hasta casa. 45 minutos. Siempre metiendo tripa para trabajar los abdominales. No está nada mal. Muy yankee eso de ir vestida de oficina y con las zapatillas de deporte, pero es lo que hay.

No se quien demonios puso de moda esas zapatillas (mejor dicho zapatones) para andar que parece que llevas calzado de ortopedia (sin ánimo de ofender). Para vendérnoslas dicen que activan la circulación, reducen la celulitis, mejoran la postura al andar, etc. Y una mierda. Aparte de más feas, más tochas y más pesadas, son como las demás. Pero yo las uso. Porque me creí lo que decían en el anuncio y ahora las tengo que amortizar.

Lo peor es mi recorrido. Paso por delante de un mercadillo callejero, tan bonito y tan navideño, por unos grandes almacenes con esos escaparates llenos de bolsos y zapatos que me llaman. Pss, pss, ven, ven. Y siempre alguna promoción (50% en la 2ª prenda, semana fantástica, 8 días de oro...), siempre algún reclamo. ¡Como para no picar! Así que acelero e intento pasar rápido y sin mirar (apretando bien el culo para trabajar los glúteos), porque lo único que faltaba es que andar me costase dinero.

Es bonito pasear, pero hacerlo como ejercicio es otra cosa. Hay que ir a paso ligero (un, dos, un, dos) para que haga algún efecto. Y claro, eso hace que te acalores, sudes y llegues a casa con la ropa tan mona que te habías puesto por la mañana hecha unos zorros.

En cuanto cobre voy a ver si me apunto a un gimnasio y dejo los paseos para el fin de semana.





1 comentario:

  1. Veo que estar en paro y opositar tienen el mismo efecto. Todavía no me he quitado lo de mis opos... Tendré que echarme a andar.

    ResponderEliminar