domingo, 6 de enero de 2013

Queridos Reyes Magos


Queridos Reyes Magos:

No hace falta que os cuente lo buena que he sido este año, porque como sois magos, sabios y tenéis súper poderes  todo lo sabéis.

En el plano profesional he sido tan constante, perseverante y cabezota que he encontrado trabajo. Decidme si eso no merece un buen premio ¿eh? ¿eh?

En el plano conyugal he sido una esposa ejemplar. No siempre, oye, que una no es tonta. Y es que el pollo tampoco ha sido el marido modelo en todo momento. Pero el balance es muy bueno.

En el plano familiar he sido esa hija y esa hermana que todos quieren tener.  Bueno, no todos. En el caso de mi familia no tienen opción porque soy la única hija y la única hermana. Menos mal que yo me hago querer.  
En el entorno doméstico he mirado cada euro como si fuera el último antes de gastarlo. Lástima que la virtud de la austeridad se desvanezca con la primera nómina.  

El primer regalo que pido es un empleo para mi marido. Puede que parezca ambicioso por mi parte querer encontrar dos trabajos en los tiempos que corren, pero es que el hombre se lo merece. Y yo también, qué demonios, a ver si a este paso se va a aburrir y se va a querer volver pa las Américas.

Vuestro amigo el gordo barbudo vestido de rojo me trajo de regalo una gripe de la que no me libro ni con agua caliente. Os pido por favor que me devolváis la salud que ese c***** me quitó. Y que se descuide, que en cuanto me recupere le voy a meter el virus por donde le quepa. Y por donde no también.

Por cierto, que ese personaje os está quitando mucho protagonismo. Yo no quiero meter el dedo en el ojo y apretar hasta que se hunda, pero el muy HP se ha adueñado de la navidad. No hay más que ver la decoración en los centros comerciales y en las casas. En todo está él. Ahí, todo gordo, barrigón y sin afeitar. Si yo fuera vosotros me andaría con mucho ojito.

Ya no os respetan ni los comercios, que como consideran que el boom navideño ha pasado pues empiezan las rebajas el 2 de enero. Sí, sí, estupendo para los compradores, pero entre nosotros, es un menosprecio a vuestras personas.

Por último os pido deshacerme sin esfuerzo de los tres kilos que me acompañan desde que empezaron estas fechas tan señaladas. Lástima que la gripe no haya traído consigo (mejor dicho conmigo) la pérdida de apetito que le caracteriza.  Todo lo contrario, como no puedo moverme mucho porque no tengo fuerzas pues me dedico a engullir. Y así me va, claro. A este paso voy a acabar como el c***** ese que me robó la salud.